Será como la luz que ilumine el día y nos abra a la verdad. Si, desde que nacimos, todo nos ha sido dado, todo es gracia, ¿qué cosa más natural que mirarlo y amarlo todo con gratitud, sin autosuficiencias, con humildad? (Padre Manolo Morales o.s.a.).
No olvidar de agradecer los pequeños favores recibidos, la amistad sincera, la dedicación de un profesional que nos atiende, el cariño recibido de alguien que nos quiere bien.
El agradecimiento ya está en nuestro corazón, pero podemos expresarlo con palabras y gestos.
Esta actitud de nuestra parte aumentará la reciprocidad del amor entre nosotros y nos pondrá en sintonía con el amor de Dios, intrínseco a todos los seres, e que, en el ser humano, este amor se asemeja al amor trinitario.
Creo que en el Paraíso la palabra gratitud resuena por todos los rincones y hace vibrar al unísono todos los corazones.
Vivamos el Paraíso en la tierra a través de la gratitud recíproca.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento