Están ahí para eso. Dios, que vino a enseñarnos a ser buenos hijos, hoy asume nuestras dificultades con su pasión y muerte (es Domingo de Ramos), y nos infundirá la fuerza para vencerlas siempre con su resurrección. (Padre Manolo Morales o.s.a)
Creo que a Dios le agrada cuando me entrego completamente en sus manos, sabiendo que todo depende de Él, pero con las mangas arremangadas, haciendo mi parte.
Estos días procuro vivir así: intentando hacer bien mi parte, sin exigir a los demás, intentando amar al otro yendo más allá de lo que me corresponde y entregando todo en las manos de Dios.
Con cada dificultad superada, una inmensa gratitud brota de mi corazón. ¡Y soy feliz!
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento