¿Nuestra actividad se antepone a todo como lo más importante? Pues no. Lo más importante para Dios es que sus hijos, estén donde estén, sepan crear, como primer valor, con discreción y prudencia, ambiente de familia. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
El amor mutuo crea familia más que los lazos de sangre.
Podemos llevar el espíritu de familia a cada ambiente en el que vivimos cuando, antes de cualquier cosa, llevamos el amor en nuestro corazón y lo distribuimos gratuitamente a todos.
El amor crea un clima de familia, cura las heridas de los resentimientos, lubrica los engranajes de las relaciones con el aceite del perdón, hace prevalecer la comprensión en lugar de los malentendidos, genera armonías, alegrías y atmósfera de paraíso.
El espíritu de familia puede ser, en primer lugar, una iniciativa nuestra. Porque en el amor puro, vale lo mucho que amamos primero. La parte del otro será fruto de este amor gratuito.
Que hoy día reine el espíritu de familia en todos los lugares por donde pasemos como consecuencia de nuestro humilde compartir del amor.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento