Que esos servicios sencillos y humildes que tejen nuestra convivencia, no se vuelvan fríos y rutinarios, porque son los que le dan a nuestra vida un brillo de novedad y grandeza, el amor, algo que permanece para siempre. (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Nunca está demás hablar de las posibilidades de amar concretamente.
Cuando tenemos la intención de amar al prójimo en nuestro corazón, moldeamos todas nuestras acciones de acuerdo con esa intención.
Desde los pequeños gestos, las cosas más simples, pueden estar impregnadas de amor por todas las personas que encontramos, con las que convivimos a diario, ya sea en casa, en el trabajo o en la escuela.
Pueden surgir situaciones más urgentes que exijan una decisión inmediata para amar concretamente a alguien que se encuentra en dificultad, en una situación precaria o en caso de enfermedad inesperada de algún conocido o familiar.
Finalmente, podemos comenzar con el deseo de amar e impregnaremos nuestro día de gestos de amor hacia todos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento