Pensaremos a menudo, y con razón, que no se la merece. Pero no importa. Dios hace así con nosotros. Porque dar confianza es amor gratuito que invita y estimula. La respuesta del prójimo no es responsabilidad nuestra (Padre Manolo Morales o.s.a.)
Hoycomienzo el día con un examen de conciencia: comprender cuánto inspiro confianza en las personas; lo honesto, sincero y justo que soy en mis relaciones con los demás.
La confianza es siempre una vía de doble sentido, pero puedo empezar inspirando confianza a quien vive conmigo, a quien depende de mí profesionalmente, quien acude a mí pidiendo una ayuda.
La precaución me ayuda a confiar en las personas adecuadas y a no a caer en las astutas trampas de personas con malas intenciones.
La prudencia me ayuda a confiar en el prójimo, yendo más allá de las apariencias para amarlo en su real necesidad.
Confío, sobre todo, en la presencia de Jesús en cada prójimo. Y en Él, pongo toda mi confianza.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento