Esta es la Regla de Oro, que se encuentra como principio de fraternidad en muchas religiones.
Con quien debo tener esta medida de amor?
Si pienso en el amor como un sentimiento afectivo, la respuesta es sencilla: con familiares y amigos. Pero, si pienso en el amor como un servicio, la respuesta es mucho más amplia que un simple afecto.
El otro es cualquier persona que está a mi lado en el momento presente. De alguna manera, debo servir a todos como lo haría a mí mismo.
Sin distinción alguna, tener la misma medida para todos.
Cuanto más difícil sea la decisión de amar, más intensa será mi relación con las personas, y más verdadera mi relación con Dios.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Es "regla de oro" grabada en nuestro corazón. Más no puede hacer ya Dios para empujarnos a vivir felices, con plenitud y fuerzas para elevar este mundo. Basta probar un día a vivir así, y nos vendrán ganas de contárselo a todos. (P.M.)