Intenta pasar todo el día al servicio de las personas que encuentres y verá que al final del día estarás cansado, pero muy, muy feliz.
La mejor estrategia para servir a todos es “hacerse uno”: amar y servir al otro como a él le gustaría ser amado. Servirle en todo lo que realmente necesita.
Salir de uno mismo es la mayor conquista de libertad que podemos tener. Es como liberarnos de una prisión.
También, me gustaría recordar algunas enseñanzas de Jesús: Quien quiera ser el más grande, sea el servidor de todos; quien quiera ser el primero, pónganse en el último lugar. (Cf. Mc. 9,35)
Esta fue su misión: Él no vino para ser servido, sino para servir. (Cf. Mc. 10,45)
Que ésta sea también nuestra misión a lo largo de todo este día.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Como el movimiento se demuestra andando, el amor se demuestra sirviendo. Y el servicio conquista los corazones. Cambia el mundo a nuestro alrededor y se crea la familia cuando el amor entre nosotros es servicio. Y Dios se hace presente. (P.M.)