En medio de las dificultades solo hay un modo de perseverar, de tener esperanza, es mirar la cruz e identificarse con Jesús Crucificado y Abandonado.
El unió el cielo y la tierra, unió al ser humano con Dios de forma definitiva, Unió a los hombres entre ellos y dio sentido a todo dolor.
Identificarnos con Él y unir nuestro dolor al suyo, esto es participar de la resurrección anticipadamente.
No podemos anular el dolor y las dificultades, pero podemos transformarlos en amor.
No solo superar dificultades, sino sublimarlas, destilando del alma la esencia del Paraíso, que da color y sentido a nuestro día, el amor a la Cruz y al Crucificado.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
¡Dificultades! Las nuestras y las de nuestros hermanos, tal vez infinitamente mayores, nos recuerdan que "viajamos"; más veces por mar en barca que en "todoterreno". Nuestra seguridad y el logro de la meta no será la barca sino el Barquero. (P.M)