Vivimos en un mundo lleno de calamidades: guerras, terremotos, inundaciones, hambre, pandemia.
Si no tenemos equilibrio, todas estas calamidades se repiten también dentro de nosotros.
Además, está el fuego de las pasiones: preferencias político-ideológicas, la codicia del poder económico, los sentimientos.
Sin equilibrio, las pasiones se encuentran a flor de piel y son causa de divisiones.
¿Dónde está el equilibrio de todo? En descubrir la presencia de Dios dentro y fuera de nosotros.
El profeta Elías la descubrió en la suave brisa y no en la tempestad, el terremoto o el fuego. (Cf. 1Re. 19,12)
En medio de todo lo que vivimos, podemos hacer silencio interior para escuchar la voz de Dios en la suave brisa de nuestra conciencia, en las enseñanzas de Jesús y la luz que viene de su presencia en medio nuestro.
Estemos atentos. Una vez que descubramos la presencia de Dios en esta brisa suave, escucharemos su voz.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
No quiere Dios en el mundo "ciegos haciendo de guías"; quiere para sus hijos la luz, y solo "el amor es luz". Cuando mandan las pasiones, dentro o fuera de nosotros, ¡es hora de purificar la vida interior! Ahí dentro está nuestro único Guía. (P.M.)