¡Dios nos ama inmensamente!
Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, proclamó esta certeza con su vida.
Cuando era muy joven, un sacerdote le pidió que dedicase una hora de su día para ayudarlo en su ministerio. A lo que ella respondió: “No solo una hora, sino el día entero.”
El sacerdote le pidió que se arrodillara, la bendijo y le dijo. “!Dios te ama inmensamente!”
Después de aquel día, ella no dejó de proclamar a todos este amor inmenso y personal de Dios por cada uno de nosotros. Fue el descubrir a Dios Amor.
La mayor prueba de este inmenso amor que Dios tiene por nosotros, fue la venida de Jesús al mundo.
Asumió nuestra humanidad y pagó con su vida nuestro rescate del pecado y de la muerte.
Con su pasión y muerte, nos mostró la medida del amor extremo e infinito de Dios por sus criaturas; con su resurrección elevó nuestra humanidad a los cielos.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
¿Hay algo más devastador para un niño que privarle del afecto de sus padres? Ese es el pecado que comete nuestro mundo cuando intenta "relegar a Dios lejos de sus hijos". ¿Pues no soy yo más hijo de Dios que de mis propios padres? (P.M.)