La fe es sobre todo un regalo que Dios nos da. No es algo que puedo tener por mi voluntad o que puedo lograr solo con la razón. Ella está muy por encima de la lógica y del razonamiento meramente humano.
La fe es una luz que trasciende el tiempo y el espacio.
Puedo cultivarla a través de la práctica del amor: cuanto más amo a los demás, más aumenta esa luz, más clara es mi visión de las cosas de Dios.
Puedo aumentar mi fe pidiéndole insistentemente a Dios su sabiduría cuando hago mis oraciones.
Puedo aumentar mi fe buscando conocer mejor su Palabra, poniéndola en práctica en mi vida diaria.
Aumento mi fe cuando identifico mis dolores personales y los de la humanidad con el rostro de Jesús crucificado y abandonado, porque es de Él que viene toda la luz que ilumina mi fe.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Es un don del cielo que merece cuidarse como el mayor tesoro; por nosotros y por los demás. Es la gran luz capaz de iluminar este mundo oscuro, que "vive como si Dios no existiera". Existe Dios y es el Amor. Fe es creer en el Amor. (P.M.)