Un corazón que ama tiene los ojos atentos a las necesidades de quien está a su lado.
Son muchas las formas de ayudar e ir al encuentro de los necesitados: ayudar a una institución de beneficencia, abrazar una causa humanitaria, difundir información útil, explicar a las personas sobre sus derechos, ayudar a un desconocido, socorrer a un pariente en dificultades, escuchar el lamento del enfermo, consolar a quien llora; es decir, salir de uno para amar al otro.
El amor sugiere la acción y la lleva a su cumplimiento; el amor inspira buenos propósitos e indica la mejor conducta.
Unámonos en el amor para ir al encuentro de quien más necesita.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Si en el seno de la familia los más vulnerables son los más queridos, que Dios me ayude a mirar así a sus hijos, mis hermanos. Serán siempre los pobres la denuncia silenciosa de todo exceso mío, gasto superfluo y desperdicio. (P.M.)