Primero que nada, podemos vencer el mal que existe dentro de nosotros. Yo puedo cambiar el mundo empezando por mí.
Es la parte que tengo que hacer: vencer el mal con el bien, tratando de amar más, servir más, ser más paciente y tolerante, actuar con mansedumbre, sin dejar que la violencia domine mis pasos.
Sembrar amor en todos los ambientes, cultivando la paz en mi corazón y en el corazón de las personas que me rodean, para cosechar alegría, serenidad, armonía y felicidad.
Cuando me dejo cambiar por el amor, el amor en mí cambia el mundo.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
Se puede experimentar en el reducido mundo de nuestras relaciones. ¡Cuántos bloqueos y cuántas incomprensiones se resuelven no exigiéndole cambiar a quien parece culpable, sino curando, corrigiendo y cambiando yo mi actitud! (P.M.)