Un día se nos anunció el amor de Dios y tocó nuestros corazones. Este anuncio nos llegó de forma gratuita.
Después, crecimos en la vida espiritual, obtuvimos muchos dones del espíritu de Dios.
Somos, poseedores de una inmensa riqueza espiritual. La recibimos gratuitamente, y de la misma forma debemos dárselo a todas las personas que encontremos.
Cuando Jesús envió a sus discípulos a anunciar la Buena Nueva, les dio varios poderes, cosas de las que ellos mismos se habían beneficiado. Y al final añadió: “Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.” (Mt. 10,8)
Recibimos amor, perdón, comprensión, nuestra salvación. Todo esto debemos darlo gratuitamente a cada
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
apoloniocnn@gmail.com
El Corazón de Dios que nos ha dado la Vida y, con ella, todo, haga también de nosotros corazones generosos que ponen en circulación su Sangre: el Amor de Dios necesita sentirse, verse, "encarnarse". Como se encarna en la Virgen Madre. (P.M.)