“Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor.” (Jn. 15,9)
Esto es lo que significa permanecer en Dios: permanecer en el amor. Quien permanece en el amor, hace completamente la voluntad de Dios.
Jesús insistió sobre esto en todas sus enseñanzas: habló de la medida de ese amor, como debemos amar, a quien debemos amar.
La perfección de la caridad es el amor recíproco, cuando nos asemejamos, con las debidas proporciones, al amor trinitario de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Jesús nos amó y nos ama con esa medida y no quiere menos que esto para nosotros: “Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.” (Jn. 15,17)
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento
¿Cómo? Procurando vivir -y volver constantemente- a ese acuerdo profundo con Él, con su voluntad, con su Pensamiento, que sentimos presente en nuestro corazón y nos da sabor de hogar. ¿No decimos "como en casa en ningún sitio"? (P.M.)