Con ese sello nos marcó Dios a semejanza suya, hombre y mujer: "¡Amaos!". Hoy, con el Dolor y la Pasión de un Hermano y un Amigo, intenta "restaurarlo" en nosotros. Pero Satanás no duerme. Y seguirá tentándonos al egoísmo y al odio. (P.M.)
Una vez que aprendemos a vivir el amor recíproco, debemos establecer un pacto entre nosotros que nos ayude a perseverar en los momentos oscuros, cuando el desánimo invade nuestra alma.
Los primeros cristianos eran conocidos porque tenían un amor visible.
Todos lo notaban y decían de ellos: “Miren como se aman y están dispuestos a dar la vida unos por otros.” (Tertuliano)
El amor no es estático.
Su dinámica se renueva cada día. Podemos alimentarlo como se alimenta el fuego.
Podemos hacer que el amor recíproco sea siempre nuevo en cada momento presente.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento