Que nada nos apague la llama del amor. Dios ha encendido en nuestros corazones su Fuego no para que critiquemos con pesimismo las frialdades de este mundo, sino para que las disipemos con humildad y perseverancia y gestos concretos. (P.M.)
El amor nos hace salir de nuestra zona de confort, superar la comodidad y vencer el egoísmo.
Un amor puramente sentimental no incide en el ambiente. En cambio, un amor que se expresa con gestos concretos tiene un poder transformador.
Por esta razón el amor verdadero y puro está asociado al servicio constante y al sacrificio, especialmente cuando todavía no hay reciprocidad.
El amor es incómodo cuando tengo que perdonar, cuando tengo que aceptar al otro en su diferencia, cuando tengo que renunciar a algo que deseo, cuando tengo que saber perder mi opinión, es decir, cuando tengo que dar la vida.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento