Como tardan, a veces, los hijos en valorar y agradecer el sacrificio de los padres, así ocurre con el Dios que nos ha creado, "nos mira desde el cielo y se fija en nosotros". ¿No entristecerá su corazón verse tratado como un "Desconocido"? (P.M.)
“Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos.” (Mt. 5,16)
Con esta frase Jesús nos enseña que podemos hablar de aquello que hacemos en nombre de Dios. No para vanagloriarnos, sino para darle gloria a Él.
Podemos dar testimonio de todo lo que Dios hace en nosotros, en nuestra vida, sin temor a ser malentendidos, a ser juzgados, porque el mérito de las buenas obras que hacemos no es nuestro, sino de aquel que nos motiva a actuar; es decir, Dios en la persona de Jesucristo.
Por lo tanto, dar gloria a Dios no sólo en los momentos de alabanza, sino con toda nuestra vida.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento