Como el amor de la madre es capaz de provocar la sonrisa del niño malherido, el Amor Omnipotente de Dios que trasforma el grano de trigo en una espiga, puede convertir también todas nuestras muertes en "puertas de la Vida y de la Luz". (P.M.)
“Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin de la historia.” (Mt. 28,20)
Después de haber dado la misión del anuncio, Jesús hizo esta afirmación, para garantizar a sus discípulos que nunca estarían solos.
Esta promesa fue también para nosotros.
Nosotros podemos sentir la alegría de su presencia.
Él está presente en el hermano que buscamos amar; está en su Palabra; está en sus ministros que lo representan aquí en la tierra; está en nuestro corazón; y podemos tenerlo siempre presente en medio nuestro si nos amamos como Él nos amó.
Podemos testimoniar la alegría que sentimos con su presencia entre nosotros.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento