No es privilegio de almas selectas, no. El corazón humilde y recto es capaz de captar la verdad y el bien, y esas son las pistas por donde Dios habla. Los frutos, luego, demuestran quién escucha y quién no a Dios, que es la Verdad y la Bondad. (P.M.)
“Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad” (Jn. 16,13)
La voz de nuestra voluntad puede tratar de acallar la voz del Espíritu Santo dentro de nosotros.
Para reconocerla es necesario que estemos en el amor.
Para escucharla con claridad es necesario callar la voz del odio, del rencor y de la venganza. Es necesario silenciar las voces del mundo que nos ofrecen lo efímero y pasajero como fuente de felicidad a cambio de lo eterno, que es el amor de Dios en nosotros.
Escuchar la voz de nuestra conciencia, aprender de personas sabias, dejarse guiar por la Palabra de Dios, pedir la asistencia del Espíritu Santo.
Así es como podemos escuchar la voz de Dios dentro de nosotros.
Abrazos,
Apolonio Carvalho Nascimento